miércoles, 31 de agosto de 2016

Los primeros


Un sueño

 

 

Tuve los sueños más dulces... Cada uno puede imaginarlos a su gusto y piacere.

Cuando desperté, antes de abrir los ojos, sentí un roce suave, tibio en el cuello, en la mejilla, en la oreja, del lado izquierdo.

Recordemos: lado izquierdo = corazón = mujer.

Abrí los ojos con cautela y era él: el león.

Luego, todo fue intercambio de miradas, sonrisas... aunque la melena me hizo un poco de cosquillas.

Ah, pero valió la pena.
22-05-11
 
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Carta de Hamlet
Queridos Rosencranz y Guilderstein:
Os escribo desde estas hermosas playas, adonde me había enviado el adúltero, el incestuoso, el fratricida de mi tío: ¡el rey!
Ya he dado buena cuenta de mis asesinos mercenarios y, después de un breve y necesario descanso, regresaré a Dinamarca a terminar de limpiarla de las alimañas que la corrompen.
¿Cómo está mi madre, la bella y débil reina Gertrudis? ¡No le digáis nada, todavía!
Quiero ver el horror, la culpa, el arrepentimiento reflejados en su rostro. Nunca me felicitaré lo bastante de nuestras prácticas de esgrima. Cómo nos divertíamos, ¿lo recordáis?
También alzo mis bendiciones al Cielo por tener a dos amigos como vosotros en la Corte. Vuestro fino olfato me alertó de que algo raro estaba sucediendo y me impulsó a abrir aquella carta.
¿Cómo daros las gracias?
Un abrazo fraternal y hasta pronto
Vuestro, siempre,
Hamlet, Príncipe de Dinamarca
Rosencranz y Guilderstein se miraron, se abrazaron y echaron a correr, gritando y riendo por las calles de la ciudad. Lo único que les pesaba era que aún no podían difundir la jubilosa nueva.
 
2009

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